¿QUE TANTO CONOCES SOBRE LA FONOAUDIOLOGIA?

jueves, 4 de junio de 2009

FACTORES DE RIESGO DE PROBLEMAS FONOAUDIOLOGÍCOS

Factores de riesgo en discapacidades de la comunicación

Se identifican aquellas condiciones que colocan a los individuos en riesgo de presentar este tipo de desórdenes. Se categorizan los riesgos en biológicos, ambientales y multifactoriales.

Los riesgos biológicos incluyen las al­teraciones genéticas en las que se espera :-curran desórdenes de comunicación, por ejemplo, deficiencias auditivas, Síndrome de Down, Síndrome de X-frágil o sordera. Otro grupo en riesgo biológico lo constitu­yen los infantes prematuros, pretérmino y je bajo peso. También el proceso de envejecimiento coloca a las personas en riesgo de adquirir desórdenes del lenguaje, el habla o la audición.


La etiología ambiental incluye condicio­nes del ambiente intrauterino como la inges­tión de alcohol y el uso de sustancias como la cocaína y la nicotina durante el embarazo. Las características del ambiente de lenguaje que rodea a un infante también pueden colocarlo en riesgo de desarrollar un desorden de co­municación. Se consideran factores negativos '.a estimulación sensorial y lúdica pobre y la deprivación por estilos de comunicación infértiles y excesivamente directivos en las fa­milias. En cuanto al ambiente físico, se men­cionan como agentes dañinos el cigarrillo; el alcohol; el abuso de ciertos medicamentos; las neurotoxinas de las sustancias ilegales; los hábitos abusivos de la voz; y la exposición al ruido o a ciertos metales como el plomo, los herbicidas y los pesticidas.

Las condiciones multifactoriales refle­jan los efectos combinados de la predispo­sición genética y los factores ambientales. Por ejemplo, la ocurrencia de paladar hen­dido y labio fisurado se origina en variables genéticas, pero en el 75% de los casos no hay historia familiar de esta malformación. Las causas ambientales como la rubéola y los teratogenos también pueden desenca­denar la alteración en condiciones de sus­ceptibilidad.

El tabaquismo se asocia con cáncer de la laringe, la cavidad oral y el esófago; con en­fermedades vasculares del cerebro, en particular en los grupos de edad más jóvenes. Se ha encontrado que fumar produce retar­do en el crecimiento del feto, lo cual se demuestra en menores longitud corporal, cir­cunferencia del pecho y circunferencia de la cabeza. Hasta un 14% de los partos prema­turos en los Estados Unidos se atribuyen a madres fumadoras. El riesgo de infartos del miocardio en mujeres fumadoras que utili­zan anticonceptivos orales se multiplica por diez. Estas mujeres también están en mayor riesgo de presentar hemorragias subarac-noideas. Los fumadores que desempeñan cier­tas ocupaciones se encuentran en mayor riesgo debido a la combinación del cigarrillo y la exposición a sustancias tóxicas.

El síndrome fetal de alcohol (SEA) se en­cuentra entre las tres principales causas de defectos del nacimiento acompañados de re­tardo mental. Se trata de un patrón de defec­tos mentales, físicos y comportamentales que se presenta en los bebés de algunas mujeres que consumen alcohol durante el embarazo. El SEA se caracteriza por un conjunto de de­fectos congénitos, dentro de los cuales se cuentan: deficiencia prenatal y postnatal de crecimiento; un patrón particular de malfor­maciones faciales, incluyendo una circunfe­rencia pequeña de la cabeza, la región media de la cara aplanada, el puente nasal hundido y el surco nariz-labio aplanado y alargado; disfunción del sistema nervioso central; y va­rios grados de malformaciones del sistema de órganos mayores. También se asocia con pro­blemas de comportamiento en el recién na­cido y en el infante. La incidencia del SEA es de 1-3 por cada 1.000 nacimientos vivos.

Las personas alcohólicas presentan más cáncer en la boca, la lengua, la faringe y el esófago que las no alcohólicas. El consumo alto de alcohol combinado con varias formas de tabaquismo se asocia con el desarrollo de cáncer en el esófago, la boca y la laringe. Esta combinación también actúa de manera sinérgica para reducir el grado de alerta auditiva. En los Estados Unidos, 9 de cada 10 accidentes automovilísticos de adolescentes tienen que ver con el alcohol y las mujeres son el grupo de mayor crecimiento dentro del segmento de la población que abusa del al­cohol. Para los norteamericanos hombres, el consumo de alcohol contribuye al 50% de las muertes por cáncer oral y faríngeo, al 75% de las muertes por cáncer del esófago y al 30% de los casos de cáncer fatal del hígado.

En el área de riesgos en el sitio de trabajo, se estima que 7.7 millones de trabajadores estadounidenses están expuestos a uno o más de los 850+ químicos potencialmente neurotóxicos que se encuentran en los sitios de trabajo. Otras sustancias tóxicas incluyen el polvo del algodón, la silicona y el carbón, los humos del caucho y el cloro y las fibras de asbesto.

Bibliografia

Cuervo Echeverri,clemencia, 1949-
La profesión de fonoaudiología: colombia en perspectiva internacional/ clemencia cuervo
Echeverri. – santa fe de bogota. Universidad nacional. Universidad nacional de colombia. Facultad de medicina. 1999
312 p.

REGLAMENTO DE LA FONOAUDIOLOGÍA EN COLOMBIA

LEY 376 DE 1997
(julio 4)
Diario No. 43.079, de 9 de julio de 1997
Por la cual se reglamenta la profesión de Fonoaudiología y se dictan normas
para su ejercicio en Colombia.
EL CONGRESO DE COLOMBIA

DECRETA:

ARTICULO 1o. DEFINICION. Para todos los efectos legales, se entiende por
Fonoaudiología, la profesión autónoma e independiente de nivel superior
universitario con carácter científico. Sus miembros se interesan por, cultivar el
intelecto, ejercer la academia y prestar los servicios relacionados con su objeto
de estudio. Los procesos comunicativos del hombre, los desórdenes del
lenguaje, el habla y la audición, las variaciones y las diferencias comunicativas,
y el bienestar comunicativo del individuo, de los grupos humanos y de las
poblaciones.
PARAGRAFO. Para todos los efectos legales se considera también profesional
en Fonoaudiología, todo aquel que antes de la vigencia de la presente ley haya
obtenido el título de nivel superior universitario en terapia del lenguaje.

ARTICULO 2o. AREAS DE DESEMPEÑO PROFESIONAL. El profesional en
Fonoaudiología desarrolla los programas fonoaudiológicos en investigación,
docencia, administración, asistencia y asesoría en las siguientes áreas de
desempeño profesional, lenguaje, habla y audición.

ARTICULO 3o. CAMPOS GENERALES DE TRABAJO. El ejercicio de la
profesión en Fonoaudiología, va encaminado a la realización de toda actividad
profesional dentro de los siguientes campos generales de trabajo y/o de
servicio así:
a) Diseño, ejecución y dirección de investigación científica;
b) Participación y/o dirección de investigación interdisciplinaria,
multidisciplinaria y transdisciplinaria destinada a esclarecer nuevos hechos y
principios que contribuyan al crecimiento del conocimiento y la comprensión de
su objeto de estudio desde la perspectiva de las ciencias naturales y sociales;
c) Docencia en facultades y programas de Fonoaudiología, y en programas
afines;
d) Administración y dirección de programas académicos para la formación de
profesionales en Fonoaudiología u otros;
e) Gerencia de servicios fonoaudiológicos en los sectores de la salud,
educación, trabajo, comunicaciones, bienestar y comunidad;
f) Diseño, ejecución, dirección y control de programas fonoaudilógicos de
prevención, promoción, diagnóstico, intervención, rehabilitación, asesoría y
consultoría dirigidos a individuos, grupos y poblaciones con y sin desórdenes
de comunicación;
g) Asesoría en diseño y ejecución y dirección en los campos y áreas donde el
conocimiento y el aporte disciplinario y profesional de la Fonoaudiología sea
requerido y/o conveniente el beneficio social;
h) Diseño, ejecución y dirección de programas de capacitación y educación no
formal en el área;
i) Toda actividad profesional que se derive de las anteriores y que tengan
relación con el campo de competencia de la Fonoaudiología.

ARTICULO 4o. DE LA INSCRIPCION Y REGISTRO DEL PROFESIONAL DE
LA FONOAUDIOLOGIA EN COLOMBIA. La Asociación Colombiana de
Fonoaudiología y Terapia del Lenguaje, ACFTL, será el organismo autorizado
para realizar la inscripción y el Registro Unico Nacional de quien ejerce la
profesión de Fonoaudiología en Colombia.
En tal virtud, sin perjuicio de su propia estructura organizativa la ACFTL,
establecerá la organización y mecanismos para el cumplimiento del propósito
de estas funciones, en concordancia con las disposiciones legales vigentes y
bajo la supervisión del Gobierno Nacional.

ARTICULO 5o. DE LOS REQUISITOS. La ACFTL registrará como profesional
en Fonoaudiología a quien cumpla los siguientes requisitos:
1. Acredite título profesional universitario de Fonoaudiología expedido por una
institución de educación superior universitaria colombiana, reconocida por el
Gobierno Nacional.
2. Acredite la convalidación del título de Fonoaudiología de nivel superior
universitario expedido por universidad extranjera que corresponde a estudios
de dicho nivel.
3. Quien con anterioridad a la vigencia de la presente ley haya obtenido tarjeta
como profesional universitario de Fonoaudiología o Terapia del Lenguaje,
expedida por el Ministerio de Salud o las Secretarías de Salud respectivas.
PARAGRAFO. El registro como profesional en Fonoaudiología se acreditará
con la tarjeta profesional que se expedirá de acuerdo a la reglamentación
correspondiente.

ARTICULO 6o. DE LA PRACTICA INADECUADA. Entiéndase por práctica
inadecuada de la profesión de Fonoaudiología, toda acción que indique
incumplimiento de las disposiciones del código de ética establecido por la
Asociación Colombiana de Fonoaudiología y Terapia del Lenguaje.

ARTICULO 7o. DEL EJERCICIO ILEGAL. Entiéndase por ejercicio ilegal de la
profesión de Fonoaudiología, toda actividad realizada dentro del campo de
competencia señalado en la presente ley, por quienes no ostenten la calidad de
Fonoaudiólogos del nivel profesional universitario o su equivalente de terapeuta
del lenguaje y no esté autorizado debidamente para desempeñarse como tal.
PARAGRAFO. Quienes sin llenar los requisitos establecidos en la presente ley,
ejerzan la profesión de Fonoaudiología en el país, recibirán las sanciones que
la ley ordinaria fija para el caso del ejercicio ilegal de las profesiones. Igual
disposición regirá para los empleadores que no cumplan con los postulados de
esta ley.

ARTICULO 8o. DE LOS ORGANOS ASESORES Y CONSULTIVOS. Las
Federaciones, las Facultades de Fonoaudiología, Asociaciones científicoprofesionales
y gremiales de Fonoaudiólogos o terapeutas del lenguaje de nivel
superior universitario que oficialmente funcionen en el país, serán órganos
asesores y consultivos del Gobierno Nacional, Departamental, Distrital y
Municipal.

ARTICULO 9o. DEL SERVICIO SOCIAL OBLIGATORIO. El Gobierno Nacional
teniendo en cuenta el carácter de contenido social y humanístico de la
Fonoaudiología, podrá reglamentar el servicio social obligatorio para los
profesionales de Fonoaudiología, cuando las necesidades de la comunidad lo
requieran.

ARTICULO 10. DEL RECONOCIMIENTO DEL NIVEL PROFESIONAL. El
Gobierno Nacional teniendo en cuenta el carácter profesional de la carrera de
Fonoaudiología, a través de los diferentes estamentos públicos, establecerá los
mecanismos necesarios para que al profesional fonoaudiólogo se le dé el trato
acorde a su formación.

ARTICULO 11. VIGENCIA DE LA LEY. La presente ley estará en vigencia al
día siguiente de su publicación en el Diario Oficial y deroga las demás
disposiciones que le sean contrarias.


El Presidente del Senado,
LUIS FERNANDO LONDOÑO CAPURRO.
El Secretario General del Senado,
PEDRO PUMAREJO VEGA.
El Presidente de la honorable Cámara,
GIOVANNI LAMBOGLIA MAZZILLI.
El Secretario General de la honorable Cámara de Representantes,
DIEGO VIVAS TAFUR.
REPUBLICA DE COLOMBIA GOBIERNO
NACIONAL
Publíquese y ejecútese.
Dada en Santa Fe de Bogotá, D. C., a 4 de julio de 1997.
ERNESTO SAMPER PIZANO
La Ministra de Salud,
MARIA TERESA FORERO DE SAADE.
El Ministro de Educación Nacional,
JAIME NIÑO DIEZ.

LA FONOAUDIOLOGÍA EN COLOMBIA

En las institucio­nes colombianas empezó en 1966 en la Universidad Nacional de Colombia y en la Escuela Colombiana de Rehabilitación. Dos condiciones marcaron la iniciación de estos programas académicos. En primer lugar, el de la Universidad Nacional fue creado y dirigi­do por médicos fisiatras y foniatras durante 10 años. En sus comienzos se vincularon como profesoras una educadora especial formada en los Estados Unidos y dos fonoaudiólogas gradudadas en México. El otro programa sur­gió de la iniciativa de un médico ortopedista, una fonoaudióloga formada en la Argentina y una profesora de niños sordos quien realizó sus estudios en México. Este nuevo curricu­lum entró a formar parte de la Escuela Co­lombiana de Rehabilitación donde ya existía el programa de fisioterapia.
La segunda huella que habría de mar­car la historia de la fonoaudiología se derivó de las circunstancias descritas en el párrafo anterior. Debido a la responsabilidad que tuvieron los médicos en la creación de los pri­meros programas de formación, éstos últi­mos fueron descritos como "paramédicos", tuvieron una duración de tres años y condu­jeron a la obtención de un título de nivel técnico. Aunque con diferencias en la posi­ción filosófica de los dos grupos de funda­dores, el de la Universidad Nacional y el de la Escuela Colombiana de Rehabilitación, las fonoaudiólogas se empezaron a formar en tres años, como técnicas paramédicas no au­tónomas y subordinadas al médico fisiatra o foniatra, a través de la prescripción u orden de ejecutar determinados procedimientos. La cultura de la prescripción se extendió desde entonces a todo el sistema oficial de presta­ción de servicios en el sector de la salud y continúa vigente hasta el día de hoy.
En 1976 las terapistas del lenguaje vin­culadas como docentes al programa de la Uni­versidad Nacional lograron, en asocio con sus colegas de los programas de terapia física y te­rapia ocupacional, elevar el título de técnico que se venía otorgando al título de nivel pro­fesional el cual, según las disposiciones vigen­tes del momento, se denominaba lícendatura para algunas profesiones. No obstante los ar­gumentos que demostraban que las caracte­rísticas del programa eran equivalentes a las de los pregrados en otras áreas de estudio, el entonces director médico de los programas de fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del lenguaje de la Universidad Nacional impidió que se aumentara la escolaridad a ocho semes­tres, o sea, a cuatro años de duración. En ese momento sólo se logró adicionar un período a los seis vigentes, para terminar con un plan de estudios de siete semestres. Como parte de las reformas, se pretendió elevar el nivel acadé­mico de la formación estableciendo como re­quisito parcial para la obtención del título un trabajo de naturaleza investigativa.
En 1978, de nuevo los docentes de los programas de terapia física, terapia ocupaciodel aprendizaje. A pesar de que en el texto se enmendó la omisión de los procesos del ha­bla, su ausencia en la definición fue un des­cuido grave por cuanto se trataba de la descripción oficial de la profesión que sería tenida en cuenta para todas las decisiones que afectaran el ejercicio de la fonoaudiología, por ejemplo, el establecimiento de tarifas para el pago de los servicios por parte del seguro so­cial o de otras entidades de previsión social.
Como se sugirió, tal vez debido a que no se planearon acciones de seguimiento dirigi­das a evaluar, revisar y refinar los lincamientos oficiales adoptados por el Acuerdo N° 15 de 1980, no se conoció su impacto ni el grado en que éstos fueron adoptados por las institucio­nes formadoras existentes en el momento de su formulación. La meta de construir un nú­cleo básico común, identificable en todos los programas de formación, no pasó de ser unabuena intención. Debido a que el proceso de operacionalizacíón de las funciones profesio­nales no se dio, la definición del alcance de la fonoaudiología permaneció en el mismo nivel
de generalidad.
A propósito de las dificultades etimoló­gicas del Acuerdo N° 15 de 1980, es pertinente mencionar aquí otra inconsisten­cia prevaleciente en el uso de los términos por parte de los programas de formación de los fonoaudiólogos colombianos y de la co­munidad profesional. Se trata del uso del vocablo foniatría como área de estudio y de­sempeño profesional. Como se aclaró, esta "especialidad" tiene un origen médico y se ha utilizado para identificar la profundización en el estudio de la laringe y la voz humanas, por lo general, por parte del médico otorri-nolaringólogo, quien de tiempo atrás fue identificado como foniatra. Algunos progra­mas de formación de fonoaudiólogos, por influencia del modelo argentino, se refieren a la foniatría como una asignatura del progra­ma de formación de fonoaudiólogos o como un área de entrenamiento profesional centra­da en el estudio, la evaluación y el tratamiento de la voz humana. Más recientemente, la Uni­versidad Católica de Manizales diseñó una especialización en foniatría, definida esta últi­ma como el dominio pertinente a todo el proceso del habla incluyendo, además del estu­dio de la voz, los subprocesos de la producción de sonidos, la resonancia y la fluidez.


dominio nuclear de la fonoaudiología se definió de la siguiente manera:
Objetivo: Aportar al estudiante los conoci­mientos teóricos y prácticos que garanticen /el desempeño en las funciones de prevención,diagnóstico e intervención de individuos ycomunidades en lo relacionado con la voz,el habla, la audición, el lenguaje y la comu­nicación.

Comprende: Conocimientos teóricos y prác­ticos en voz y habla, audición, lenguaje y co­municación.


En 1997 el ICFES retomó el proyectos / relacionado con el establecimiento de los re­quisitos mínimos para la formación de]f fonoaudiólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, con la intención de cumplir con los mandatos déla Ley 30 de 1992. En esta oportunidad se planteó el propósito en términos de actualización y modernización curricular de los programas de pregrado que forman a estos tres profesionales. Por falta de un mejor término, en la versión para con­sulta se agruparon las tres profesiones bajo la categoría "terapias tradicionales" para di­ferenciarlas de la multitud de actividades denominadas hoy "terapias" que han invadi­do el mercado durante los últimos años. Se propusieron los siguientes objetivos genera­les y específicos:

• Promover la reflexión y la acción sobre la modernización curricular de los programas académicos de pregrado en fisioterapia, fo­noaudiología y terapia ocupacional, que permitan responder a las necesidades del sector salud de cara al siglo XXI.
• Establecer los requisitos básicos para la creación y funcionamiento de los progra­mas de pregrado en fisioterapia, fonoau­diología y terapia-ocupacional.
• Identificar los desarrollos de frontera de las terapias tradicionales ( fisioterapia, fono- / audiología y terapia ocupacional) dentro ; / del marco de ciencias de la salud.
• Identificar el rol profesional y ocupacional del profesional .en terapias tradicionales con miras a optimizar su desempeño para el próximo siglo.
• Determinar algunos elementos macro que permitan establecer al interior de cada ins­titución el curriculo más acorde con el tipo de profesional a formar.
• Establecer los requisitos básicos para la creación y funcionamiento de los programas académicos de pregrado en cada una.


En 1994, en el marco de la reforma curri-cular general de la Universidad Na­cional de Colombia 58; el programa de fonoaudiología definió el alcance de la profe­sión a partir de la identificación de tres subdominios de estudio disciplinario: (a) pa­tología del habla y del lenguaje; [b) audiología y audiología educativa; y [c] lenguaje en la educación. Aquí se observa una reorganización de / las áreas tradicionales, propuesta con la intención de precisar unos subdominios de estudio \ más incluyentes y mejor sintonizados con la terminología internacional. Se observa el cam­bio de las denominaciones educación del sordo y problemas de aprendizaje, mas no la elimina­ción de los intereses que representan. Los ar­gumentos que justifican la reconceptualización del área denominada educación del sordo se de­sarrollan más adelante en el segmento sobre la fonoaudiología como servicio.
Aquí es suficien­te anotar que ante el avance del conocimiento y las transformaciones filosóficas y conceptua­les que han venido ocurriendo en este campo, la fonoaudiología no podía continuar evadien­do la necesidad de revaluar sus posibilidades reales de contribuir a la misión de educar a las personas sordas con acciones cuya eficacia sea socialmente venficable. La propuesta concep­tual de la Universidad Nacional pretendió res­catar la experticia fonoaudiológica para trabajar en este campo a través de la actuación del audiólogo educativo. No obstante, este planteamiento no se tradujo en la actualiza­ción de los programas de formación ni del de­sempeño de los profesionales en ejercicio quienes no han variado de maneras importan­tes el perfil de trabajo frente a las necesidades comunicativas y educativas de los niños y ni­ñas con deficiencias auditivas.

Otra de las contribuciones de la refor­ma en la Universidad del Estado -vl tuvo que ver con la precisión de un sustrato transdisdplinario denominado ciencias del len­guaje, el habla y la audición. A partir de esta base se identificaron los procesos psicobioló-gicos de la comunicación humana y los co­rrespondientes desórdenes: desórdenes del lenguaje; desórdenes del habla; y desórdenes de la comunicación asociados a problemas au­ditivos. El atributo del lenguaje se concibió con dos funciones: la cognoscitiva y de apren­dizaje, por un lado, y la interaccional por el otro. El reconocimiento del lenguaje no sólo como un recurso interactivo para la comuni­cación y la actuación social, sino como me­diador de los procesos cognoscitivos que fundamentan los aprendizajes escolares, contribuye a legitimar la presencia delfonoaudiólogo en el campo de la educación7 con base en un vínculo conceptual entre el área de experticia de este profesional y el núcleo de los procesos educativos, esto es; el aprendizaje.

La historia de la fonoaudiología colom­biana en la década de los años 90 se ha carac­terizado por la emergencia de programas de ! postgrado. Las tendencias de especialización de la fonoaudiología colombiana se han venido consolidando en las áreas de: (a) educación de las personas sordas; (b) audiologíá diagnóstica; (c) desarrollo del lenguaje y su patología; y (d) procesos del habla y sus discapacidades. El avance de la educación postgraduada ha surgido como respuesta a la / necesidad de profundizar en aquellas áreas naturales del conocimiento fonoaudiológico trabajadas de manera general durante los es­tudios de pregrado.

Las ofertas postgraduadas que se han venido consolidando en la academia corres­ponden por otra parte, a la dinámica natural del ejercicio profesional. Es así como en el ámbito laboral de la fonoaudiología se encuen­tran profesionales que se dedican con exclusi­vidad al trabajo con las personas sordas mientras que otros prefieren como único cam­po de trabajo el diagnóstico audiológico y la adaptación de audífonos; de manera semejan­te, algunos profesionales sólo se interesan por los desórdenes del desarrollo comunicativo y otros se convierten en expertos en el manejo de los subprocesos del habla y sus alteracio­nes. Este tipo de diferenciación por áreas de interés es propio del desarrollo de las profe­siones. Se puede citar como ejemplo la psico­logía colombiana. En la última descripción de esta ocupación como ciencia y como profe­sión en el país bl, se identificaron 12 áreas de aplicación de la psicología, aunque no todas ellas han originado programas de postgrado, por lo menos hasta el momento.

Lo expuesto sobre tres décadas de his­toria académica de la fonoaudiología colom­biana revela un origen viciado por la influencia del modelo médico de la rehabili­tación y la negación del carácter científico y profesional de la ocupación y por ende, de la autonomía del ejercicio. También ha sido evi­dente la debilidad de la colectividad acadé­mica para interpretar y contribuir a solucionar los problemas vitales de la profesión como son los relacionados con la autonomía del ejer­cicio o la formación en niveles técnicos y tec­nológicos. En cuanto a las áreas de estudio, la fonoaudiología colombiana ha mantenido su interés en cuatro campos tradicionales: la pa­tología del habla y del lenguaje; la audiología; la educación de las personas sordas; y las difi­cultades en la adquisición del alfabetismo. Dada la amplitud y complejidad de estos do­minios, su estudio en programas de pregrado ha sido por fuerza generalista. Los programas de postgrado creados en años recientes han respondido a la necesidad de profundización en los cuatro campos tradicionales.

Antes de terminar este segmento, se ofrece el último comentario sobre el desarro­llo académico de la fonoaudiología nacional, cuyo sentido se clarificará a la luz de la si­guiente exposición sobre la profesión como servicio humano. Hasta el momento, finales de la década de los años 90, la fonoaudiolo­gía colombiana no se ha identificado desde la academia como una profesión de rehabilita­ción, según se infiere del lenguaje que se utiliza para describir los planes de estudios y del discurso que prevalece en la cultura profe­sional fonoaudiológica. Esta tradición contra­dice la realidad del ejercicio en el sector de los servicios donde, como se verá, la fonoau-diología es entendida como rehabilitación. La posición de la academia se puede entender, en parte, como una resistencia a la cultura de la dependencia promovida por los médicos fisiatras y foniatras, mal denominados reha-bilitadores, desde la aparición de la fonoau-diología en el país. Esta especie de disociación ha conducido a que no se reconozcan los in­tereses naturales de la profesión como inte­grales al campo que estudia la discapacidad como un hecho sociocultural, político y eco­nómico'que demanda acciones no sólo para responder a las necesidades de desempeño funcional de los individuos con discapacida­des. Esta perspectiva parcial de la misión de la fonoaudiología lleva a la pérdida de terre­no disciplinario, profesional y político al tiem-po que disminuye sus posibilidades de posicionamiento en la sociedad, en los siste­mas de seguridad social y educativo y en el mundo académico.






Además del terreno de la seguridad social, la fono­audiología ha ofrecido servicios en el sistema educativo. El grado de penetración e impac­to de la fonoaudiología en cada uno de estos sectores de la vida nacional, esto es, su alcan­ce y proyección, han sido variables.


NORMAS PARA SU EJERCICIO

se considerará como último criterio definitorio del alcance de la práctica fonoaudiológica en el país, la ley que reglamentó su ejercicio en el territo­rio nacional. La primera observación tiene '/ que ver con el hecho de que este evento le­gislativo se produjo 29 años después de que la primera promoción de fonoaudiólogas co­lombianas entrara al mercado de trabajo. Y apareció 13 años después de la ley de tera­pia ocupacional y 21 de la de fisioterapia. Este retardo significativo es un indicador de las di­ficultades que ha vivido esta comunidad para aglutinar a sus miembros y para alcanzar con­sensos. Pero por otro lado, la decisión de la ACETE y de algunas universidades de llevar a buen término el proyecto de ley, revela un grado de madurez que puede marcar el co­mienzo de un período de crecimiento conti­nuado hacia el justo posicionamiento de la profesión en la sociedad colombiana.
El acto legislativo define: la profesión de fonoaudiología; las áreas de desempeño; los campos generales de trabajo; y los mecanis- ' mos y requisitos para la inscripción y el registro de los fonoaudiólogos; caracteriza la prác­tica inadecuada y el ejercicio ilegal; identifi­ca los órganos asesores y consultivos del gobierno nacional, departamental y munici­pal; anticipa el servicio social obligatorio; y para terminar, ordena que al fonoaudiólogo se le dé el trato correspondiente al nivel de formación profesional en todas las expresio­nes de su ejercicio. La siguiente es la defini­ción de la profesión que aparece en la Ley N°376de 1997:
Se entiende por fonoaudiología la profesión autónoma e independiente de nivel superior universitario con carácter científico. Sus miembros se interesan por cultivar el intelec­to, ejercer la academia y prestar los servicios relacionados con su objeto de estudio los pro­cesos comunicativos del hombre, los desórde­nes del lenguaje, el habla y la audición, las variaciones y las diferencias comunicativas y el bienestar comunicativo del individuo, de los grupos humanos y de las poblaciones.


Bibliografia
Cuervo Echeverri,clemencia, 1949-La profesión de fonoaudiología: colombia en perspectiva internacional/ clemencia cuervoEcheverri. – santa fe de bogota. Universidad nacional. Universidad nacional de colombia. Facultad de medicina. 1999312 p.

¿QUE ES LA FONOAUDIOLOGÍA?

SEGÚN LA I.A.L.P(International Association of Logopedics and Phoniatrics)

Para la definición del alcance de la práctica de la logopedia, la IALP parte, entre otras premisas, del reconocimiento de que "la pro­fesión para la cual los alumnos son prepara­dos es independiente pero cooperativa, y no es una en la que sus practicantes sean vistos como asistentes educacionales, como asisten­tes médicos o como asistentes sociales" . Define al logópeda, como sigue:

Un logopeda es un profesional independiente [responsable por] la prevención, evaluación, in­tervención, manejo y estudio científico de los trastornos de la comunicación humana. La co­municación, en este contexto, comprende a to­dos aquellos procesos y funciones asociados con ;a producción del habla y con la comprensión y producción de lenguaje-oral y escrito, así como las formas de comunicación no vocal.
Los logopedas requieren tanto del conoci­miento científico como de la competencia clí­nica a fin de obtener niveles óptimos para la atención de los pacientes. Los logopedas tie­nen los siguientes roles: prevención; examen, evaluación y diagnóstico de trastornos en la comunicación; intervención terapéutica; com­portamiento.


profesional: y educación conti­nua y estudio científico

La misma organización internacional de­fine la logopedia como una disciplina princi­pal que se fundamenta en unas disciplinas de soporte: ciencias del lenguaje, ciencias del
comportamiento y ciencias biomédicas.

SEGÚN LA A.S.H.A (The American Speech-Language-Hearing Association)

Por su parte, la ASHA afirma que los patólogos del habla y del lenguaje y los audiólogos
identifican, evalúan y suministran tratamien­to a individuos de todas las edades con desór­denes de comunicación. Ellos administran y supervisan programas y servicios relacionados con la comunicación humana y sus desórde­nes. Los patólogos de habla y lenguaje y los audiólogos ofrecen consejería a individuos^con desórdenes de comunicación, a sus familias y a otros profesionales en lo pertinente a la discapacidad presenta a su manejo. Suministran contraloría y hacen remisiones. Facilitan el desarrollo y mantenimiento de la comunicación humana.



Áreas en las que se ha organizado el ejercicio de la fonoaudiología.

*Aprendizaje del lenguaje y educación
*Neurofisiología y desórdenes neurogénicos del habla y del lenguaje.
* Voz y desórdenes de voz.
*Fluidez y desórdenes de fluidez.
* Ciencias del habla y desórdenes orofaciales.
* Audición y desórdenes de audición: Investigación y diagnóstico.
* Rehabilitación aural y su instrumentación.
* Conservación de la audición y audiología ocupacional.
* Audición y desórdenes de audición en la infancia.
*Asuntos de la educación superior en patología del habla y del lenguaje y audiología . *Administración y supervisión
*Comunicación aumentativa y alternativa
*Deglución y desórdenes de deglución (disfagia)
*Ciencias y desórdenes de comunicación en poblaciones cultural y lingüísticamente diversas
*Gerontología.



Bibliografia
Cuervo Echeverri,clemencia, 1949-La profesión de fonoaudiología: colombia en perspectiva internacional/ clemencia cuervoEcheverri. – santa fe de bogota. Universidad nacional. Universidad nacional de colombia. Facultad de medicina. 1999312 p.

NOMBRES CON QUE SE IDENTIFICA NUESTRA PROFESIÓN

Expresiones con las que se ha identificado la profesión de fonoaudiología
Comunicólogo
Especialista de la comunicación
Patólogo del lenguaje
Patólogo y terapeuta del lenguaje
Linguólogo
Lingüista
Logopeda
Oratólogo
Orto lingüista
Especialista de la comunicación humana
Práctico de la comunicación humana
Fasíólogo
Fraseólogo
Patólogo y terapeuta del habla y el lenguaje
Patólogo del habla y el lenguaje
Práctico del habla
Terapeuta del habla y el lenguaje
Práctico del habla y el lenguaje
Patólogo del habla
Patólogo y terapeuta del habla
Especialista del habla y el lenguaje.



Bibliografia
Cuervo Echeverri,clemencia, 1949-La profesión de fonoaudiología: colombia en perspectiva internacional/ clemencia cuervoEcheverri. – santa fe de bogota. Universidad nacional. Universidad nacional de colombia. Facultad de medicina. 1999312 p.

DESARROLLO MUNDIAL DE LA FONOAUDIOLOGÍA.

Se puede decir que hasta los años 80 el desa­rrollo de la fonoaudiología fue en esencia una empresa local de cada país. El despegue de la globalización de esta actividad profesional es un evento de la década de los años 90. Aun­que la Asociación Internacional de Logopedia y Foniatría (IALP) se fundó en 1924 3, el re­conocimiento y la comunicación entre las na­ciones han sido débiles o inexistentes y el desarrollo de proyectos internacionales no for­maba parte de las agendas para el ascenso de la profesión en la mayoría de los países. En lo que sigue se identifican algunos eventos que indican que hay ya una intención de recono­cer y promover la internacionalizado de la fonoaudiología
En 1988 se publicaron las memorias de un simposio internacional realizado en Washington -Desórdenes de la Comunicación Humana: Una Perspectiva Mundial- en el cual participaron Czechoslovakia, Gran Bretaña, México, Malasia, Thailandia, Canadá y los Es­tados Unidos 4. Euego, en 1989 se fundó la Asociación de Asuntos Internacionales como un grupo profesional relacionado con la Aso­ciación Americana de Eenguaje, Habla y Au­dición (ASHA)D. Este grupo publica un boletín y cuenta hoy con miembros en más de 20 paí­ses. Estas iniciativas anticiparon las tendencias
de la sociedad norteamericana para el período 1990-2005 en el sentido de que "se apreciará una conciencia global creciente que influirá en todas las organizaciones de los Estados Unidos y en la política pública. [... ] Los profe­sionales, por ejemplo, se darán cuenta de que más información, intereses, búsquedas, tecno­logía y aún oportunidades de trabajo empeza­rán a llegar desde afuera"6' '.
La voluntad de la ASHA en el proceso de globalización de la fonoaudiología es un factor decisivo por cuanto esta organización representa al país de vanguardia, por un lado, en la producción de conocimiento científica­mente derivado sobre la naturaleza y el ma­nejo de los desórdenes de la comunicación y por el otro, en el grado de autorregulación, autonomía y reconocimiento social del ejer­cicio profesional. Se ha estimado que este país, con sólo el 5% de la población mundial, cuen­ta con el 69% de los programas de formación de íonoaudiólogos y aporta el 59% del total de fonoaudiólogos del mundo s. La asocia­ción profesional cuenta con una membresia de 90.000 personas, correspondiente a más o menos el 70% de los profesionales del país, en contraste, por ejemplo, con una vin­culación a la Asociación Colombiana de Fonoaudiología y Terapia del Lenguaje (ACFTL) que no supera los 200 miembros, cifra equivalente al 10 % de los profesionales graduados del pais.
En 1992, el Comité de Educación de la IALP reunido en Alemania, acordó "dar los pasos necesarios para la preparación de unos lincamientos que con carácter internacional pudiesen ser las bases para la educación ini­cial en logopedia" 10. El mismo comité se re­unió de nuevo en 1993 en la Universidad de Newcastle upon Tyne de la Gran Bretaña. El documento de trabajo que se preparó en esa ocasión fue analizado y discutido por 28 per­sonas de 16 países. La nueva versión se distri­buyó internacionalmente con el propósito de que los fonoaudiólogos del mayor número de naciones ofrecieran retroalimentación, antes de que la propuesta fuera ratificada en forma definitiva. En esa ocasión, la Universidad Na­cional de Colombia envió sus comentarios al documento. Finalmente en 1995, en el mar­co del XXIII Congreso Mundial de la IALP reunido en El Cairo (Egipto), se aprobaron las Guías para la Educación Inicial en Logopedia. Esta información fue a su vez pre­sentada en la Convención de la ASHA lleva­da a cabo en diciembre de 1995 en la ciudad de Orlando, Estados Unidos.
En 1994 la ASHA publicó en colabora­ción con la IALP el trabajo: Un Directorio Internacional de Programas de Formación para Patólogos de Habla y Lenguaje !1, en el que aparecen representados 61 países. Entre éstos figuran siete países latinoamericanos: Ar­gentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Puerto Rico. Al igual que con la consolida­ción de la literatura científica internacional, esta realización favorece la creación de redes entre las naciones, única manera de consoli­dar una comunidad que fortalezca el desa­rrollo de la profesión en la aldea global. La realización de proyectos comunes IALP ASHA se vislumbra como una de las fuerzas con potencial para jalonar el desarrollo de la fonoaudiología en el planeta.

En el ámbito iberoamericano también se registra la iniciación de un proceso de globa-lizáción. En 1993 se llevó a cabo el Primer Encuentro Iberoamericano de Fonoaudiología en la Universidad del Valle (Cali, Colombia). Los organizadores propusieron, entre otras, áreas temáticas referentes a la calidad, efica­cia y eficiencia en la prestación de los servi­cios fonoaudiológicos; la formación de los profesionales; la evolución en lo relativo a la

ética en el ejercicio; la influencia y el impac­to de la fonoaudiología en los diferentes paí­ses; y la importancia de los gremios en la consolidación de las profesiones. La presiden­ta y un miembro de la junta directiva de la ACFTL presentaron una ponencia sobre las implicaciones de un código de ética para la reglamentación del ejercicio profesional. De­safortunadamente, no se distribuyeron me­morias de este evento ni se registraron en Co­lombia, por lo menos de manera pública, acciones de seguimiento de las decisiones que, sin duda, se propusieron en relación con la integración y el desarrollo de la fonoaudiolo­gía en la región iberoamericana.
El Segundo Encuentro Iberoamerica­no de Fonoaudiología se realizó en 1997 en Santiago de Chile, al tiempo con la Segun­da Jornada Chileno-Argentina de Fono­audiología y el XVI Congreso Chileno de Fonoaudiología. El tema del evento fue "Co­municación e Integración para el Tercer Milenio". Se desarrollaron tres programas paralelos: académico, profesional y cientí­fico. Los propósitos acordados para los dos primeros revelan las tendencias de globali-zación en el mundo hispanohablante. El propósito de las discusiones académicas fue "propender a la homologación del perfil del profesional fonoaudiólogo, mediante el co­nocimiento de su formación académica, en los distintos países de Iberoamérica". La propuesta del programa profesional se di­rigió a "construir la Federación Iberoameri­cana de Fonoaudiología para propender a la integración de los fonoaudiólogos de Iberoamérica". Los temas del programa científico cubrieron diversos aspectos rela­cionados con el lenguaje, el habla y la audi­ción, sus desórdenes y su manejo.
En suma, el proceso de globalización de la fonoaudiología es un fenómeno reciente. Es posible identificar algunos indicadores que muestran una tendencia hacia la apertura de las naciones y el encuentro de las colectivi­dades nacionales en escenarios comunes como las conferencias internacionales y las publi­caciones no sólo de productos técnico-cien­tíficos como las revistas especializadas sino de materiales que buscan mostrar la realidad global de la fonoaudiología. Otras tendencias perceptibles se aprecian en el proceso de in­tegración de los países de habla inglesa y en la intención de diálogo de las naciones ibero­americanas, evidente en la programación de encuentros regionales.



Bibliografia
Cuervo Echeverri,clemencia, 1949-La profesión de fonoaudiología: colombia en perspectiva internacional/ clemencia cuervoEcheverri. – santa fe de bogota. Universidad nacional. Universidad nacional de colombia. Facultad de medicina. 1999312 p.